```
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó el padre de Luciana, temeroso.
Acababa de regresar del tribunal de mal humor y había escuchado las buenas noticias que le hicieron olvidar temporalmente lo enojado que había estado esa mañana, solo para escuchar algo aún peor.
—¿Ella... no puede hablar más? —preguntó a su esposa, esperando haber sido él quien había escuchado mal.
Cuando volvió antes, ella lo sacó de la cámara antes de que pudiera decir mucho a Luciana para contarle sobre las noticias. Estaba angustiada y su rostro estaba hinchado de tanto llorar.
—Ella... tampoco puede vivir mucho tiempo. Nuestra pobre niña —la mujer dijo esto y lloró desgarradoramente.
—¿Q-Qué? —preguntó su esposo en shock y cerró los ojos, negando con la cabeza en incredulidad.
—Debería haber tenido un hijo —dijo con arrepentimiento.
La mujer llorosa miró a su esposo, pensando que no lo había escuchado bien.
—Deberías haberme dado un hijo —repitió.