Fu Ling, quien no necesitaba que le dijeran que invitara a su pareja para la gran fiesta, lo hizo. Invitó a Xiulan a la fiesta. No le permitió gastar su dinero en su atuendo, en cambio, contrató a un estilista para que la preparara para el día.
Fue una manera de recompensarla por sus esfuerzos.
Xiulan comenzaba a sentirse incómoda con su papel como 'novia' de Fu Ling porque empezaba a tener sentimientos reales por él y le dolía que no pudiera decírselo y parecía que a él no le importaba.
Al recordarle la fiesta a la que debía asistir al día siguiente, Xiulan, que había recibido un día libre, lo utilizó para ordenar sus sentimientos y emociones para poder mantenerse cuerda durante toda la celebración del día siguiente.
De vuelta en la residencia Fu, que estaba llena de actividades, Jazmín, que no había dejado descansar a su madre durante todo el día, vino a sacarla de la cocina.
—¡Mami, quiero hacer pipí! —Jazmín gritó mientras entraba a la cocina tan ocupada.