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Al verla intentando sentarse, el señor Suárez, que estaba sentado en la silla junto a la cama, sujetó sus manos y la ayudó a incorporarse, mientras la enfermera ponía algunas almohadas detrás de su espalda para que pudiera recostarse en ellas.
Nunca fue la intención de Alix desmayarse. Solo quería anunciar que estaba embarazada durante la reunión, pero no esperaba involucrarse en una pelea y desmayarse en el proceso.
Pero esta fue su suerte, ya que puede aprovecharse de ello.
Alix no permitía que él la tocara. Todavía estaba muy enfadada por cómo la habían maltratado antes. Armó una gran escena y dijo que iba a demandar a la hija del señor Suárez por agresión.
Su cara estaba hinchada y su cuerpo le dolía terriblemente. Estaba en dolor y quería asegurarse de conseguir su venganza.
Lo que fue una molestia para ella, resultó ser una bendición disfrazada y se aseguró de sacarle provecho.
