Fu Hua estaba en casa cuando llegó el vestido de novia pero desafortunadamente para él, no le estaba permitido ver el vestido ni ver a Jia Li con él puesto.
Cuando intentó entrar a la habitación con ellas para echar un vistazo al vestido y ver lo perfectamente que le quedaba a su esposa, su madre lo alejó y dijo:
—No tengas prisa por ver a tu esposa en su vestido de novia, el día de la boda es el día perfecto para disfrutar de su esplendor.
Fu Hua no podía creer lo que escuchaba. No tenía permitido ver a su esposa en el vestido de novia que él había diseñado para asegurarse de que le quedara perfectamente.
Dentro de la habitación, las mujeres de la Familia Fu rodeaban a Jia Li con sonrisas en sus caras. Verla en el hermoso vestido de novia blanco que se ceñía a sus curvas y forma, provocó un pellizco en sus corazones.
Jazmín, quien estaba presente, observó bien el vestido de su madre antes de pedir el suyo.