Fu Lei suspiró antes de ir adelante y preguntar cómo estaba su Hombre Mayor.
—Tú dime, ¿cómo crees que estoy? —El Hombre Mayor replicó.
—Padre, puedo ver que te estás recuperando rápidamente. Pero aún necesitamos llevarte a la Ciudad para una recuperación apropiada —Fu Lei insistió.
Podía ver cuán enérgico estaba el anciano, así que insistió en que viniera a la ciudad para un chequeo completo.
—Si eso es por lo que viniste, simplemente vete inmediatamente —El anciano, sentado, se tumbó tranquilamente en su cama y cerró los ojos.
Era obvio que ni siquiera estaba preparado para dar un paso fuera de la habitación del hospital.
Fu Hua sabía que el asunto había llegado a un punto muerto, así que decidió intervenir dando un paso adelante.
—Abuelo, soy Fu Hua. ¿Cómo está tu salud? —Fu Hua preguntó, pero su tono parecía incómodo como si no estuviera acostumbrado a preocuparse por otras personas o preguntar por su bienestar.
—¿Viniste a forzarme a regresar a la ciudad como tu padre? Entonces vete, no me interesa —Abuelo Fu lo rechazó sin abrir los ojos.
—No Abuelo, vinimos a ver cómo te estás recuperando. Nadie te está forzando a volver a casa —Fu Hua explicó apresuradamente.
—Sí, Abuelo. ¿Quién se atrevería a forzar al Gran Militante? —YingPei dijo con una mirada exagerada en su rostro.
Abuelo Fu abrió los ojos para echar un vistazo a sus nietos antes de girarse para mirar a su padre.
—Fu Lei, vuelve a casa, yo estaré bien aquí. Vuelve y cuida de tu esposa antes de que cause problemas. No sé por qué arrastraste a todos contigo .
—Padre, haré como dices. Te estaré esperando en casa —Fu Lei dijo antes de saludar.
—Llévate a esas personas contigo, no quiero disturbios —Abuelo Fu dijo mientras despedía a su hijo.
Fu Lei se giró a mirar a sus hijos antes de salir de la habitación.
Esa mirada significaba que tenían que convencer al anciano de regresar a casa pronto.
—Abuelo, ¿has almorzado? —YingPei preguntó mientras se acercaba a su lado.
—Mocoso, si perturbas mi paz, te echaré —Abuelo Fu advirtió, y YingPei levantó las manos en señal de derrota.
Jia Li estaba sorprendida de ver cuánto respetaban al Hombre Mayor. Y parecía que harían cualquier cosa que el Hombre Mayor pidiera.
Al ver cómo estaban parados los dos nietos, se levantó de su asiento, pero el Hombre Mayor le pidió que se volviera a sentar.
—Si no pueden estar de pie, deberían irse con su padre .
Así que Jia Li no tuvo más remedio que sentarse con la mirada baja.
—¡Eh! ¿Cuál es tu nombre? —YingPei le preguntó a Jia Li con la mirada puesta en ella. Parecía estar curioso acerca de su identidad.
Jia Li no era lenta de entendimiento y sabía que se refería a ella, así que finalmente levantó la vista hacia él mientras le echaba un vistazo al Mayor.
—Jia Li .
—¿Jia Li? —preguntó YingPei mientras intentaba interpretar el significado de su nombre.
—Jia Li significa Bueno y Hermoso —el Abuelo dijo mientras le ayudaba.
—¡Ohh! Tu nombre suena bonito, pero... —Abuelo Fu lo interrumpió antes de que pudiera terminar la frase.
—¡Deja de actuar como un canalla!
—Abuelo, ¿de dónde la recogiste? Se ve tan joven —YingPei le preguntó al anciano.
—Es al revés. Ella me recogió a mí —Abuelo Fu respondió.
—¡Oh! Ella salvó tu vida —YingPei dijo con un poco de asombro mientras miraba a Jia Li escrutadoramente.
—¿Cómo salvó tu vida? —YingPei preguntó de nuevo, pero recibió una mirada de advertencia del anciano.
—Tu cerebro ha sido devorado por la comida extranjera. Mira dónde estás y a quién estás cuestionando. Fu Hua, haz que tu hermano se una a la compañía con efecto inmediato una vez que regresen a la Ciudad, veo que su cerebro ha estado ocioso por mucho tiempo .
—Sí, Abuelo —respondió Fu Hua respetuosamente.
—¿Y qué pasa con esa actitud fría? No asustes a Jia Li, o mejor espera afuera —Abuelo Fu le dijo mientras señalaba la puerta.
Jia Li no se atrevió a intervenir ni a mirar a los jóvenes ser regañados. No quería meterse en ningún tipo de problemas.
—Abuelo, volveremos. Necesitamos hablar con tu médico y saldar tus cuentas —dijo Fu Hua antes de darse la vuelta para marcharse con YingPei detrás de él.
Cuando sus nietos se fueron, Abuelo Fu le dijo a Jia Li:
—Niña, relájate, ellos son mis nietos, no muerden. Uno es tranquilo mientras que el otro es juguetón. Cuando los conozcas muy bien, los entenderás mejor.
—¿Cuando los conozca muy bien? —dijo Jia Li, repitiendo las palabras del anciano con confusión en su rostro.
—Cuando llegue el momento, entenderás mejor —Abuelo Fu respondió con una sonrisa comprensiva en su rostro.
—¡Oh! Pero Abuelo, ¿por qué eres Autoritativo con tu familia? —preguntó Jia Li.
—Si no lo hago, mi opinión no importará. Mírame, ya soy Mayor. Tengo dos hijos y una hija, y los tres están prosperando en su capacidad. Si actúo calmado con ellos, no puedo mantener la paz, y nadie me escuchará si hay un malentendido entre alguno de ellos —explicó Abuelo Fu.
Lo que quiso decir es que si no actuaba con cabeza dura, sus hijos y nietos, siendo ya personas importantes, no se molestarían en tomar en serio sus palabras, por lo que tiene que actuar como uno con Autoridad y mantenerlos bajo su vigilancia y mando. Si hiciera todo lo que ellos quisieran de él, entonces las cosas cambiarían para mal. Abuelo Fu actúa de esta manera debido al Tipo de Familia que tiene.
—¡Oh! Abuelo solo está haciendo esto para protegerse y proteger los intereses de su familia —dijo Jia Li habiendo entendido su punto.
—Tienes razón —dijo Abuelo Fu con una sonrisa en su rostro arrugado.
—Abuelo, ¿cuántos nietos tienes? —preguntó Jia Li.
—Pronto lo sabrás —fue la respuesta del anciano.