—¿Pensé que estaba siendo lo suficientemente romántico siendo sincero y honesto, no lo era? ¿Quieres que lo haga todo de nuevo? —preguntó Shi Qiao con un ligero ceño fruncido.
—Olvídalo, acepto. Me gusta tu honestidad, pero no seas demasiado honesto y olvides cómo ser romántico —respondió Meixu con una risa.
—¿Eso significa que puedo besarte sin pedirte permiso? —Shi Qiao miró a su alrededor antes de inclinarse para susurrar.
—¡¿Qué diablos?!
La reacción de Meixu era esperada ya que ella no sabía que él iba a decir esas palabras. Se quedó sorprendida y casi le golpea en la cara, pero sus rápidos reflejos lo salvaron.
—Lo siento —se disculpó porque no sabía cuándo movió su mano.
—¡Está bien! No te preocupes por mis bromas, tomaré tu corrección y seré tan romántico como quiera ser —le dijo Shi Qiao con una sonrisa.
Mientras llegaba su pedido, hablaron sobre su nuevo estado de relación y cómo dar la noticia a su familia.
