Jia Li, que lucía más fresca y relajada después de las vacaciones, no pudo evitar pensar en cómo reaccionaría su pequeña al verla.
Jia Li lucía mucho mejor después de descansar algunos días. No solo eso, parecía lista para sumergirse en el trabajo.
Al llegar a la escuela de Jazmín, faltaban unos minutos para la salida de clases, así que esperó en el coche, y justo entonces, llegó una llamada de Fu Hua.
Una gran sonrisa apareció en el rostro de Jia Li cuando vio que él la llamaba por una videollamada. Supuso que debía saber que ya estaba de vuelta y la llamaba para regañarla por no haberle avisado.
Sin perder tiempo, Jia Li contestó la llamada.
—Cariño, ¿por qué no me dijiste que habías vuelto? —preguntó Fu Hua con una sonrisa.
—Pensé que estarías ocupado con el trabajo, así que quería que vinieras y me vieras. Recuerda que te lo dije ayer —dijo Jia Li.