Charlotte y Dave se quedaron inmóviles, sus miradas se entrecruzaban con intensa emoción. Después de un rato, Charlotte rompió el contacto visual, abrumada por la emoción, y comenzó a sollozar en silencio, demasiado avergonzada para encontrarse con sus ojos.
—No debería haber venido aquí. Pensé que ya te había superado completamente —dijo, todavía evitando su mirada. El hombre al que había amado durante tanto tiempo finalmente estaba expresando sus sentimientos, pero ahora ella ya estaba comprometida con alguien más.
—Te deseo mucho, Charlotte, y todo lo que necesito es tu aprobación —admitió Dave, acercándose a ella.
Dando un paso atrás, Charlotte preguntó:
—¿A qué te refieres?