—Arrancando sus manos, Damien se enfrentó a la niña —Tienes que prometer no llorar otra vez. Las niñas débiles mueren fácilmente —dijo, asustando a la niña.
—No volveré a llorar —prometió la niña con nueva determinación, y entrelazó sus manos con las propias de Damien.
—Quiero que Alfa juegue con nosotros —insistió, tirando de su mano y arrastrándolo hacia donde estaban el resto de sus amigos.
—Damien miró a Enoch, esperando encontrar una salida con la ayuda de Enoch, pero Enoch solo le sonrió y dijo —Puedes hacerlo, burlándose de él.
—Sarah estaba tan emocionada que prometió enviar algunos regalos a la familia de la niña por ayudar a mejorar sus planes. ¿Quién iba a decir que sería tan fácil? —Ella no tenía nada de qué preocuparse.
—Damien pensó que era mejor perder un poco de tiempo con los niños ya que parecía ser la única manera de hacerles pensar que no los odiaba, así que se unió a ellos en sus juegos.