—¿Qué les pasa a tu Alfa y a su beta? —Como la persona juguetona que era, preguntó Dave y negó con la cabeza, encontrando extrañas las acciones de ambos. Damien nunca vacilaría en proteger a su gente, y Enoch aceptaría a ciegas entrar al infierno por Damien.
¿Por qué de repente ambos estaban evitando responsabilidades y eligiendo el camino cuidadoso, algo que él siempre les había persuadido de hacer?
—Creo que pronto lo descubriremos —excusándose, un anciano dijo sin esperanza y salieron de la habitación.
—Bueno, espero que sea algo bueno —dejándolo pasar, Dave murmuró y también salió de la sala de estudio.
Dentro de la habitación de Damien...
—Eso no era parte de nuestro acuerdo, ¿recuerdas? —apretando fuertemente su mano, dijo él, mirándola fijamente con una intensidad ardiente. Ella podía sentir su enojo, su miedo, su preocupación mientras se miraban el uno al otro y le recordaba a la época en que perdió a sus padres.