—Prefiero no hacerlo —dijo tímidamente y apartó la vista. Damien se deleitaba con su timidez y quería burlarse un poco más, pero decidió lavarla antes de cualquier cosa.
—¿Cómo está la acedía? —interrumpiendo lo que estaba haciendo, preguntó; su mirada fija solo en ella. Aurora podía sentir el cuidado en su mirada y deseaba que siempre fuera así. En este momento, parecía como si la única preocupación en su vida fuera ella.
Quería cuestionar su actitud al principio, pero no podía culparlo, todos tenían su historia. Verlo prestarle tanta atención la tentaba a revelar todo sobre su plan. Tal vez si se lo decía, él la ayudaría y podrían ser capaces de vivir una vida feliz juntos.
—Está mejorando —respondió sonriendo.
—No dudes en decirme cómo te sientes, no querríamos que te pusieras enferma ahora —su tono era tan sincero que no pudo evitar estallar en risa; no se estaba acostumbrando a este nuevo comportamiento.
