—¿Por qué sigues descuidándome? —Lucas había regresado a la habitación asignada para él y Julieta, pero Julieta estaba furiosa y exigía una explicación. Desde que vio a la prometida del Alfa Damien, se ha estado comportando de manera extraña y por alguna razón, su prometida le resultaba familiar.
—Deja de pensar demasiado, el embarazo te hace pensar demasiado —aconsejó mientras bebía de la copa de vino.
—No habría pensado tanto si no me hubieras avergonzado frente a todos —replicó ella, acercándose para ponerse frente a él.
—Eso no es excusa para ser irrazonable, ¡dame un respiro! —ignorándola, dijo y se fue a parar junto a la ventana, sus pensamientos vagaban ya que no podía dejar de pensar en Aurora. Había pensado en ella después de algunos meses de haberla perdido, nunca esperó que fuera la compañera del Alfa Damien.