En el comedor, el Alfa Nureo, Charlotte, el Beta Madrid, un hombre en particular y algunos hombres de aspecto anciano estaban sentados alrededor de la mesa.
—Alfa, ya no se puede demorar más tu matrimonio. El tiempo es esencial —dijo uno de los Ancianos, con una mirada feroz y estricta.
—No puedo encontrar a mi compañera —dijo encogiéndose de hombros, actuando como si no le importara el matrimonio o casarse.
—No estás haciéndote más joven. Necesitamos un heredero para fortalecer tu dominio en la manada —dijo el Anciano, centrándose en el Alfa Nureo.
Molesto, Nureo golpeó la mesa con su puño y preguntó:
—¿No has escuchado lo que dije? No tengo compañera, ¿cómo voy a casarme?
—Esa es precisamente la tarea de los Ancianos. Organizaremos un matrimonio para ti como hace cualquier otra manada con su Alfa sin compañera —dijo el anciano, irritando aún más a Nureo. ¿Estaba este anciano llamándolo sin compañera?