Dave se detuvo al lado de la carretera, con la esperanza de calmar los nervios de Charlotte antes de entrar al territorio de la manada. Charlotte salió del coche y se alejó, arrodillándose mientras las lágrimas brotaban en sus ojos.
Al salir del vehículo, Dave la observó, dirigiéndose al otro lado del coche, apoyándose en él para sostenerse. Mientras la observaba, un torbellino de pensamientos giraba en su mente respecto a la posibilidad de ser su compañero. ¿Podría ser realmente el compañero que ella necesitaba?
Recordando un doloroso pasado, Dave se había enamorado profundamente de una chica durante sus años de secundaria, solo para terminar con el corazón roto sin ninguna razón aparente. La experiencia lo dejó herido y decidido a nunca permitirse volver a amar. Ese equipaje emocional se tradujo en el maltrato a Charlotte, descuidando sus necesidades y sentimientos sin remordimiento.