—Sería una mentira si Isla dijera que no esperaba la visita de su exmarido a la Residencia Elrod —. Cuando él le habló de visitarla a ella y a Damián en el palacio imperial, Isla había imaginado muchos escenarios en los que se negaba a permitir que pusiera un pie en la Residencia Elrod cuando llegara. Había pensado en muchas palabras para negarle la entrada e incluso pensó en usar a su padre para amenazarlo.
Hubo momentos en los que Isla deseó que su exmarido volviera a comportarse con ella y con su hijo por nacer como en el pasado. Si él volviera a ser frío y desalmado, no estaría alterando su vida como ahora.
Al mismo tiempo, también pensó que era egoísta —. Egoísta por pensar solo en ella y no en su hijo.
Aunque Isla quisiera negarlo, su exmarido en realidad era un buen padre. No para con su hijo, sino con el hijo de Annalise, el protagonista masculino.