—Un momento, Isla estaba discutiendo juguetonamente con Kaiser por reírse de ella.
—Otro momento, la mirada feliz de Kaiser cambió y antes de que ella pudiera preguntar, de repente la empujó hacia un lado, y una voz enojada y alta apareció de la nada.
—¡Apártate de ella!
—Ugh… —Isla gimió de dolor. Cuando Kaiser la empujó hacia un lado, su hombro golpeó la pared y el dolor brotó en su brazo. Parecía que su cuerpo no tenía suerte hoy. Primero, su cara sufrió por esa grosera marquesa, luego su hombro golpeó la pared. Isla realmente se preguntaba qué parte de su cuerpo sería la siguiente. Al menos, podría cuidar esa parte con mucho cuidado.
—¿¡Cómo te atreves?! ¿¡Cómo te atreves?! —gritó—. ¡Ella es mi esposa, no la tuya!
—Al escuchar esa voz familiar, Isla abrió sus ojos de golpe y lo que sus ojos vieron la hizo jadear de sorpresa.
—¿Qué hacía su exesposo aquí?
—No, eso no era importante saber. ¿¡Por qué estaba peleando con Kaiser en el suelo?!
—¡Esto no es bueno!