—¿¡Qué?! —exclamaron con sorpresa.
—¡Imposible! —dijeron incrédulos.
—Mi padre también me habló de esto.
—Mi tutor no respondió mi pregunta sobre el origen de la emperatriz. Debe ser por esta razón...
—Tienes razón. El mío tampoco lo hizo. Solo era sobre el emperador.
—Así que el príncipe heredero es hijo de un plebeyo.
—El...
.... Damien observó al grupo que era el más ruidoso de todos en el pasillo. Las palabras sobre el origen de la emperatriz lo sorprendieron, pero su comportamiento en realidad no. Era como si esperara que algo así sucediera después de que el príncipe heredero los dejara.
—Cobardes... —Al escuchar esa voz familiar, Damien desvió la mirada hacia su lado, observando al joven maestro Cadman que se burlaba del grupo de jóvenes maestros y señoritas que hablaban de la emperatriz y el príncipe heredero.