Damien lideró el camino hacia el mercado negro que estaba al lado del Valle Isle. Fueron donde una de las mujeres que estaba sentada y leyendo cartas para sus clientes. El mercado negro era el único lugar donde la gente pensaba que hacer cualquier cosa allí estaba bien. Como un conejo asustado, Kreme se pegó a Damien como solía hacer. No le gustaba este lugar porque le hacía sentir incómodo. Las miradas que la gente les daba eran como si estuvieran listos para atracar, cosa que hacían, y otras miradas eran como si planeasen secuestrarlo y hacer sopa con él, y Kreme estaba seguro de que también lo harían.