—Si no es demasiado intrusivo, ¿cómo fallecieron? —preguntó la señora Artemis mientras Penny dejaba su taza de té en el platillo. Era la tercera taza y ya sentía la necesidad de visitar el tocador otra vez.
A diferencia de ella, Damien había rechazado de plano contarles cómo ya había bebido suficiente cantidad de sangre en la mansión Delcrov y cómo estaba lleno en este momento, por lo que su taza de té estaba tan vacía como cuando la sacaron a la mesa.
—En absoluto —Penny le dio a la señora Artemis la sonrisa más dulce para hacerle saber que no pretendía ningún mal antes de que se desvaneciera. Parecía como si volviera a recordar los recuerdos de sus padres cuando en verdad Penny trataba de encontrar las palabras correctas y la enfermedad que podía asociar con la muerte de sus padres—, fue el consumo lo que se llevó sus vidas —su expresión se suavizó mientras respondía a la pregunta de la señora Artemis.