Recomendación de música para la segunda mitad y el próximo capítulo: Gert Taberner - Caído
Penny movió su lengua a lo largo de su longitud. La llevó desde la base hasta la punta antes de lamerle la cabeza y oyó su siseo, lo que le hizo saber que lo estaba haciendo bien. Con el paso de los segundos, Penny se volvió más audaz al lamerlo y succionarlo. Cuando sus dientes rozaron su longitud, Damien dijo,
—Con cuidado, Ratón. No uses los dientes —sus ojos miraron hacia arriba, fijando su mirada en la de él—. Hunde tus mejillas y luego succiona, más —le instruyó él, sus ojos ardientes y su mano se dirigía a su cabeza, sosteniéndola con delicadeza y moviéndola hacia atrás como si le estuviera alisando el pelo.