Cuando entraron al comedor, Penny pudo percibir la densa atmósfera que se cernía aquí en este momento. Las criadas se movían más silenciosamente de lo habitual, sin hacer mucho ruido o más bien como si fueran fantasmas y no quisieran ser vistas.
El señor Quinn, como de costumbre, leía el boletín que habían traído a casa. Sorbiendo de su taza de té mientras sus ojos se mantenían ocupados. Lady Fleurance continuó untando su tostada. Sin levantar la mirada hacia Penny. Lady Maggie y señorita Grace estaban en la misma posición. Y aunque sus ojos estaban posicionados haciendo una cosa u otra, podía decir que el peso de sus pies en el suelo estaba siendo escuchado por ellas.
Con Damien que por una vez caminaba detrás de ella, continuó caminando hacia donde él a menudo se sentaba. Lista para tomar asiento en el suelo cuando él le cogió el brazo para detenerla de sentarse en el duro y frío suelo de mármol.