Tanto Betsabé como Damien estaban detrás de la pared que conectaba la puerta, escuchando de lo que el hombre y Penny estaban hablando.
Con cuidado, sus manos fueron a sostener el paño que parecía un pañuelo que hubiera pertenecido a una mujer. Penny no estaba juzgando pero, ¿las brujas negras usaban pañuelos? No solo sonaba extraño en su mente, sino que también parecía ser algo peculiar para una bruja negra hacer.
Betsabé le había dicho que no reconocía al hombre pero él insistió en que se habían encontrado y que esto era de ella. Mientras su mano se cerraba sobre el paño, notó la forma en que el hombre la miraba fijamente. Una sonrisa en su rostro mientras ella le devolvía la mirada con una expresión de inocencia. Para Penny, actuar en la escena era algo que incluso podría haber hecho en sus sueños. Su talento no era un desperdicio.