La lluvia seguía cayendo, ahogando cualquier otro sonido que la atmósfera pudiera ofrecer. El silencio no apaciguaba su mente y, en cambio, solo le daba espacio a sus pensamientos, que estaban bombardeados con preguntas sin respuesta.
Su madre estaba viva pero ni una sola vez había contactado con ella. ¿Había algún motivo o explicación de lo que sucedió o cómo sucedió? Todo este tiempo había visitado a su madre con tristeza en su corazón pero con cada minuto que pasaba, a Penny le resultaba difícil comprender que la persona no estaba muerta sino viva.
Se giró, dejando de dar la espalda a Damien para mirarse en el espejo donde Damien la estaba mirando justo a ella.
—¿No puedes dormir? —le preguntó él antes de girar su cuerpo al lado para mirarla directamente en lugar de usar el espejo en el techo de la cama. Ambos se habían empapado en la lluvia y habían cambiado sus ropas por unas más secas y frescas, con su cabello en proceso de secarse.