La sonrisa de Ye Mingyu se endureció justo lo suficiente como para que Xiao Rufeng confirmara su sospecha. Observó la bebida del cóctel con recelo, notando el leve temblor en las manos de Ye Mingyu. Ye Mingyu no habría reaccionado así si no estuviera tramando algo en su contra.
—Pero... pero lo preparé especialmente para ti. ¿No quieres probarlo? —insistió Ye Mingyu, pero Xiao Rufeng negó con la cabeza, actuando como si realmente lamentara no poder tomar la bebida.
—No. Lo siento, hermana Ye. ¿Quizás en otro momento? Realmente necesito seguir las indicaciones de mi médico —le dio a Ye Mingyu una mirada de disculpa.
—Ya veo... —Ye Mingyu frunció el ceño y le dio una sonrisa torcida. Sabía que si insistía, otros podrían usarlo en su contra.
—Gracias —respondió Xiao Rufeng antes de dirigir su atención a otra actriz que se acercó a hablar con ella, dejando a Ye Mingyu parada incómodamente a su lado.