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No era la primera vez que Su Xiaofei caminaba hacia el altar para casarse, pero eso no significaba que no estuviera nerviosa hoy. Su día de boda no podría haber sido mejor. Un hermoso cielo azul salpicado de nubes blancas y esponjosas y pájaros volando alto. Los árboles estaban llenos de flores y verdor, sus hojas saludando abiertamente al sol sobre el cielo.
El interior de la capilla era igual de maravilloso. Incluso para una ceremonia pequeña, la madera estaba pulida hasta brillar, mientras que el suelo de mármol estaba limpio hasta que uno pudiera ver su reflejo en él. Ella y Lu Qingfeng tenían muy pocos invitados para presenciar su boda, pero Su Xiaofei no podía estar más feliz sabiendo que su madre y su padre biológico eran quienes le entregaban su mano al novio esta vez.
