—No pasó mucho tiempo antes de que Xi Qian se enterara del estado de salud de Yun Qingrong a través de su mejor amiga. Lamentó no haberlo notado antes, porque si hubiera sabido que Yun Qingrong estaba enferma, habría rechazado la oferta de la familia Li para convertirse en la enfermera privada del padre de Li Xiran.
—No te sientas tan culpable, Qian. No tienes que retractarte de tu palabra a la familia Li solo para cuidar a Mamá. Decidimos contratar a otra enfermera para que se ocupe de ella, además Lu Qingfeng encontró un médico de guardia para que lo podamos convocar en cualquier momento en caso de emergencia —dijo Su Xiaofei enlazando su brazo con el de Xi Qian mientras caminaban por el pasillo del departamento de pacientes externos del Centro Médico Guangshang, donde Xi Qian trabajaba.