De vuelta en la casa principal de la familia Lu, Yun Qingrong se quedó con Xi Qian. El Presidente Lu ya se había excusado pues estaba listo para retirarse por la noche, permitiendo que sus invitados se quedaran a pasar la noche en sus habitaciones de huéspedes.
No estaba preocupada por su hija, ahora que Lu Qingfeng la estaba cortejando. Sabía que el joven podría hablarlo con su hija, y no quería arruinarles su última noche por el momento.
—Qian'er, ¿qué opinas de Xiao Feng? —preguntó de repente a Xi Qian, para sorpresa de la joven mujer.
Xi Qian agradeció no estar bebiendo nada en ese momento, pues sino habría escupido su bebida del shock.
—¿Por qué me pregunta esto Tía Qing? ¿Hizo algo Lu Qingfeng? —preguntó a cambio. Había algo en la manera en que Yun Qingrong miraba a Lu Qingfeng que Xi Qian había notado antes.