—Una vez que la canción terminó, Lu Qingfeng soltó a regañadientes la mano de Su Xiaofei de su agarre. Había amado a Su Xiaofei durante tantos años que literalmente trascendía vidas. Sostenerla y estar con ella de esta manera se sentía como un sueño que nunca se atrevió a desear —murmuró para sí mismo.
La verdad era que la persona con la que estaba hablando cuando Su Xiaofei lo encontró no era de la compañía. Era otra llamada telefónica que había recibido esa noche. Había dejado las investigaciones sobre Ye Mingyu a Nueve hace unas semanas, y solo ahora el hombre había podido reunir detalles importantes sobre ella.
Otras personas podrían no entender las acciones previas de Ye Mingyu, pero Lu Qingfeng pudo llegar a una conclusión y predecir posibles cursos de acción que la joven tomaría.