Jiang Yuyan yacía en la cama, inconsciente, herida, envuelta en un vendaje en la cabeza, con una máscara de oxígeno en su rostro, goteros conectados a una de sus manos, monitores de pacientes y otros instrumentos médicos conectados a ella para controlar su estado. Había un silencio mortal con solo el sonido de los pitidos proviniendo de una máquina.
Físicamente no se encontraba en una condición crítica ya que solo había una pequeña cirugía que realizar debido a su lesión en la cabeza y tenía una fractura capilar en su mano, además algunas heridas profundas en diferentes partes del cuerpo, algunas de ellas causadas por los pedazos de vidrio rotos del parabrisas a su lado.
Jiang Yang recordó que su hermana estaba embarazada y revisó los informes que sugerían el aborto, debido a que el shock que su cuerpo había recibido fue enorme y ya había afectado al bebé y a su propio cuerpo. No había ninguna posibilidad de que el bebé sobreviviera y Jiang Yuyan tampoco podía mantenerlo.
