La noche entera pasó realizando actividades íntimas extremas por parte de los recién casados y finalmente terminaron en la bañera al amanecer, momento en el que el mundo entero prefería continuar con el dulce sueño sin ganas de salir de la cama.
Estos dos, Lu Qiang y Jiang Yuyan, parecían que nunca tendrían suficiente el uno del otro. La bañera estaba llena de agua con dos cuerpos desnudos haciendo el amor. El agua en la bañera se derramaba hasta el suelo debido a sus acciones íntimas.
—E-Estoy cansada ahora —dijo Jiang Yuyan respirando pesadamente, sentada en su regazo en la bañera mientras Lu Qiang estaba sentado con sus piernas estiradas a lo largo de la bañera, su espalda recostada contra la pared de esta.
—Lo has hecho bien hoy, así que ahora te mereces descansar, Señora Lu —dijo Lu Qiang permitiéndole descansar la cabeza en la curva de su cuello y dormir como un bebé, abrazándola al rodearla con sus brazos.
