Lu Qiang llevó a Jiang Yuyan de vuelta al dormitorio, envuelta en una toalla, y la dejó sentarse en el borde de la cama.
—¿Por qué no me hablas? —preguntó ella.
Lu Qiang no quería responder, pero al verla con dolor, respondió —Me mentiste.
Ella entendió lo que él quería decir y dijo —Dije que no dolía mucho. Me di cuenta de que dolía más cuando me levanté de la cama.
Lu Qiang no dijo nada y se fue al armario a buscar su ropa —¿Estás enojado conmigo? —preguntó ella, viendo que él seguía igual.
—Te pedí que no hicieras nada ya que el doctor te indicó descansar, pero dijiste que estabas bien —él dijo de nuevo sin dejarla escapar de su excusa.
—Realmente estaba bien en ese momento, pero no sabía que resultaría así —dijo ella mientras Lu Qiang volvía con la ropa para ella en sus manos.
Viendo su rostro frío, ella dijo de nuevo —Y, aunque duela así cada vez, quiero hacerlo de nuevo.