—Jiang Yang estaba succionando y mordisqueando intensamente los delicados labios de Nixxxie, y Nixxxie le correspondía con la misma pasión. Viendo que ella estaba cómoda con él, Jiang Yang movió ambas manos hacia su cintura y la levantó rodeando firmemente su cintura con sus manos. Al siguiente momento ella estaba sentada en la pequeña mesa a su lado, donde había un pequeño jarrón de porcelana con flores.
—Jiang Yang no se preocupaba por el jarrón y lo apartó con la mano para hacer espacio, lo que resultó en que el jarrón cayera al suelo y se rompiera en pedazos. El romperse del jarrón no los perturbó como si no hubieran oído nada y continuaron besándose.
—En ese momento, ambos solo podían oír el sonido de la respiración del otro y podían sentir el fuego dentro de sus cuerpos. Jiang Yang deslizó su lengua en su caverna y ella le dio la bienvenida, las lenguas giraban sincronizadas haciendo visible un hilo de saliva que se formaba y rompía con cada uno de sus movimientos intensos.