—Es bueno ver a ambas familias juntas de nuevo —dijo el anciano Lu.
—¡Hmm! Justo como en el pasado —El anciano Ming asintió.
—Por los niños, Lu Qiang y Jiang Yuyan —dijo el anciano Lu.
—Tienes suerte de que mi nieta vaya a tu familia —El anciano Ming estuvo de acuerdo y dijo.
—Lo sé —Haciendo una pausa por un momento, el anciano Lu decidió sacar a la luz un tema que no se había mencionado. Sabía que hasta que lo mencionara, las cosas no avanzarían y dijo—. Ella me recuerda a alguien que perdimos —El anciano Lu se refería a Ming Fangsu.
—Ella es como mi Fangsu, trayendo felicidad dondequiera que pise —Mirando en la dirección por la que todos se habían alejado a dar un paseo, el anciano Ming dijo como si pudiera ver a Jiang Yuyan que acababa de pasar.
—Ming Shihong, ¿podrás perdonarme? —El anciano Lu asintió y, mirando apenado a su amigo, dijo.
—¿Por qué? —El anciano Ming miró de vuelta a su amigo y preguntó.