Cuando Nixxxie despertó vio que Jiang Yang no estaba allí. Al salir de la cama, abrió la puerta de la habitación para buscarlo en su cabina.
Vio que Jiang Yang estaba sentado en su silla con los ojos cerrados. Avanzó con pasos ligeros, sin hacer ruido. De pie a unos pasos de distancia de él, pensaba cómo llamarlo y justo entonces, Jiang Yang habló después de tomar una profunda respiración sin abrir los ojos, —¿Dormiste bien, princesa?
Nixxxie se sorprendió al oírlo ya que pensó que él estaba dormido y con los ojos cerrados cómo podría ver que ella estaba allí. —Pensé que estabas durmiendo —dijo ella.
—Mmm, no exactamente —dijo él.
De pie al lado de su mesa mientras miraba sus ojos somnolientos, ella dijo, —Lo siento por haberte molestado anoche.
—¿Molestia? ¡Ja! ¿Hubo alguna? —preguntó él mirando su rostro apenado.
Como él no la entendía, ella intentó explicar. —No pudiste dormir cómodamente por mi culpa, ya que no había suficiente espacio en la cama y... —se detuvo.