En la siguiente media hora, Lu Feng estaba sentado en el suelo con la cabeza apoyada en la mesa central y una mano extendida debajo de su cabeza a modo de almohada, y la otra sosteniendo una copa de vino que estaba sobre la mesa.
Estaba mirando la copa mientras las lágrimas le rodaban por las mejillas. Fue entonces cuando creyó ver algo a través de la copa. Apartando la copa de su vista para mirar mejor, intentó ver qué era. Para su sorpresa había alguien y era una mujer, sentada a su lado derecho.
No podía ver su rostro claramente debido a sus ojos llorosos y empañados, se frotó los ojos con los dedos y lo que vio a continuación fue difícil de creer para él. Era Jiang Yuyan quien estaba allí, mirándolo con una sonrisa en su rostro.
—¿Qué haces aquí, Yuyan? No deberías estar aquí a esta hora —preguntó, pero ella no respondió y en cambio continuó mirándolo con una sonrisa en su rostro.