Las palabras de Lu Feng estaban entrecortadas, pero Lu Qiang entendió lo que iba a decir. No lo detuvo y en cambio esperó a que lo dijera.
Jiang Yang miró a Lu Feng con sus ojos pesados sin saber lo que tramaba y dijo —Hazlo rápido Lu Feng. Mis piernas ya me están doliendo.
Lu Feng seguía mirando a los ojos de Jiang Yuyan y Jiang Yuyan lo esperaba para hablar mientras lo miraba a su vez.
Tomando apoyo para ponerse de pie sujetándola por ambos hombros, intentó hablar de nuevo, mirándola a los ojos —Yuyan… yo... —Se detuvo porque las palabras se le atoraron en la garganta y rió suavemente. La forma en que se reía parecía dolorosa, como si se riera de sí mismo. Sus ojos estaban húmedos por las lágrimas que había derramado mientras yacía en su cama.
Jiang Yuyan pensó que era el efecto del alcohol en él, por lo que le permitió hacer lo que quisiera y lo apoyó para que se parara correctamente.