—Creo que aún tengo muchas cosas por saber de ti, Yuyan —dijo Lu Qiang.
—Tú y el hermano Yang me conocen mejor que yo misma, ¿no es suficiente?
—Lo es, pero quiero saber cada cosa sobre ti.
Mirando a los ojos de Lu Qiang, Jiang Yuyan preguntó con una expresión seria en su rostro:
—¿Y si tengo algo dentro de mí que es muy peligroso?
—No me importa, todos tenemos algo peligroso escondido dentro de nosotros y no queremos que salga, pero a veces las situaciones nos hacen sacarlo —respondió Lu Qiang.
—Ojalá nunca tenga que enfrentarme a algo que saque ese lado de mí otra vez —Jiang Yuyan parecía muy seria, a diferencia de su yo habitual, ya que estaba preocupada y asustada de sí misma.
—No pasará mientras yo esté contigo.
Jiang Yuyan asintió:
—Lo sé. Tú eres la razón por la que estoy cuerna ahora.
Lu Qiang no sabía qué decir ya que había algo en sus ojos y parecía tener miedo a algo, pero simplemente prefirió abrazarla para calmarla.
Una vez que Jiang Yuyan se calmó, preguntó: