Lu Qiang salió de la habitación para ir a la habitación de Jiang Yang. Tocó a la puerta pero como no hubo respuesta desde adentro, Lu Qiang no esperó ni un segundo y entró en la habitación.
Justo entonces Lu Feng salió del baño, envuelto también en una toalla blanca alrededor de su cintura.
Al ver a Lu Feng, Lu Qiang preguntó:
—¿Te despertaste?
Lu Feng asintió:
—¡Hmm! Necesito salir de aquí antes de que este tonto se despierte y comience a molestarme —diciéndolo señaló hacia Jiang Yang quien estaba durmiendo con la cara enterrada en una almohada.
—¡Hmm! —Lu Qiang lo entendió.
Justo entonces Jiang Yang habló en su voz somnolienta:
—Puedo oírte, querido. ¿Te atreves a huir de mí? —diciéndolo se giró y se sentó en la cama—. Después de mantenerme despierto toda la noche, ¿cómo puedes simplemente huir de tu amor?
—¿Yo? ¿Te mantuve despierto? Tú eras el que dormía profundamente mientras soñabas con tu mujer. Mira la prueba —Lu Feng señaló hacia el amigo despertado de Jiang Yang.
