Pronto Jiang Yuyan se quedó dormida mientras apoyaba la cabeza en el regazo de Lu Qiang. Todos suspiraron aliviados al verla tranquila.
—Estaba preocupado por cómo manejarla, pero creo que la presencia de Lu Qiang la calmó, o habría pasado toda la noche lidiando con sus berrinches y secando sus lágrimas —dijo Jiang Yang mientras miraba la cara calmada y de bebé de Jiang Yuyan.
—¿A qué te refieres con eso? ¿Se comporta de alguna manera diferente a esta? —preguntó Lu Qiang y Lu Feng también miró a Jiang Yang para saber qué quería decir.
—Siempre que bebe y el alcohol la afecta, comienza a llorar sin parar y sin ninguna razón válida —respondió Jiang Yang.
—¡Hmm! Acabo de verlo. Está bien y no hay nada de qué preocuparse —respondió Lu Qiang.
Lu Feng asintió con la cabeza ante lo que dijo Lu Qiang, —¡Sí! ¿Por qué reaccionas exageradamente, Jiang Yang? —Lu Feng estaba más preocupado por Jiang Yuyan y, al igual que Lu Qiang, estaba bien con que ella se comportara como quisiera.