—¿No puedes dormir?
Reconociendo la voz, Jiang Yang habló sin girarse a mirar a la persona —¡No! Pero, ¿por qué sigues despierta, Yuyan?
Jiang Yuyan se acercó en dirección a su hermano con la botella de agua en la mano —Me desperté para beber agua y a través de la ventana, te vi. Después de dar unos sorbos de agua de la botella, se la ofreció a él —¿Quieres un poco?
—Gracias —dijo, y aceptó la botella para beber un poco de agua.
Cuando terminó, Jiang Yuyan se puso de pie junto a él y preguntó mientras miraba el cielo estrellado, al igual que él —Entonces, ¿qué es lo que mantiene a mi hermano despierto a estas horas de la noche?
Jiang Yang inhaló profundamente —Nada en especial. Simplemente quería respirar aire fresco —respondió.
—¿Desde cuándo empezaste a mentirme, hermano?
Jiang Yang sonrió al oírla y dijo —Te estás volviendo más inteligente ahora, pequeña sis.