Jiang Yang sonrió maliciosamente al escucharlo y dijo —No me pegues después de escucharlo. Tú eres el que pregunta y yo solo respondo. Así que...
—¿Dime qué es, hermano? —Jiang Yuyan estaba impaciente y quería escuchar la razón.
—Ambos aún tienen que hacerlo todo, así que sus cuerpos se anhelan mutuamente y terminan extrañándose mucho —respondió Jiang Yang preparándose para ver su reacción.
—¡Tos-Tos! No es así —negó Jiang Yuyan.
—¡Hmm! ¿Qué puedo hacer si no quieres aceptarlo? —Jiang Yang estaba disfrutando al verla avergonzada.
Al escuchar a su hermano, Jiang Yuyan preguntó —¡Vale! Entonces si hacemos esa cosa, no lo extrañaré tanto. ¿Es así?
Como el que atrapa un pez en una red, él dijo de nuevo —¡Error! Si lo haces una vez, ansiarán el uno por el otro como locos y lo extrañarás más de lo que lo extrañas ahora.
—¿Qué? —ella exclamó ya que no esperaba escuchar eso.
—¡Sí! —él respondió.
