—Puede que no te guste y no quiero que pases por algo que no te gustará —dijo Lu Qiang preocupado por ella.
—Me gusta todo lo que te pertenece —respondió Jiang Yuyan de la misma manera que Lu Qiang le respondió cuando ella estaba preocupada por mostrarle las cicatrices en su cuerpo ya que pensaba que eran feas.
Lu Qiang no sabía cómo responderle ya que en realidad estaba preocupado de que a ella no le gustaría y podría odiar otras cosas también que aún tenían que hacer.
Jiang Yuyan salió del cansancio de su liberación y miró fijamente a sus ojos para obtener su aprobación para lo que tenía en mente.
—¿Estás segura? —preguntó él, dándose cuenta de que ella realmente quería decir lo que había dicho un momento antes.
—¡Hmm! —Asintiendo con la cabeza, ella colocó ambas manos en su hombro. Levantándose un poco del colchón, lo tumbó para ponerse encima de él.