Cuando estos tres amigos estaban callados, sumidos en sus propios pensamientos, fue entonces cuando Jiang Yang pasó su mirada por Lu Qiang y Lu Feng y preguntó —¿No tienen alguna pregunta sobre lo que pasó cerca de la tienda de dulces de azúcar, por la mañana?
Al oírlo, Lu Qiang y Lu Feng tenían una expresión seria en sus rostros. Ambos en realidad estaban pensando en el mismo incidente pero prefirieron no preguntar nada por un momento. Querían disfrutar del día ya que estaban juntos así después de tantos años.
Jiang Yang notó sus caras interrogativas y dijo —Lo que vieron hoy fue su versión controlada y mejorada. Se estaba controlando para no enfadarse más y creo que en algún lugar era el efecto de tu amor, Lu Qiang.
Lu Qiang y Lu Feng todavía lo miraban con expresiones sorprendidas y con tantas preguntas en mente pero sin palabras para decir y listos para escuchar más de él.