En la mesa del desayuno, Lu Feng y Jiang Yang recibieron mensajes en sus teléfonos celulares de Lu Qiang, informándoles sobre su partida de la ciudad S con Jiang Yuyan. —¡Este punk! Siempre hace lo que le parece correcto. Ahora prepárate para recibir un bombardeo de preguntas de estas personas, especialmente de esa mujer que está sentada con mi padre —dijo Lu Feng en voz baja a Jiang Yang mientras señalaba a su madre.
—¡Hmm! Cierto. Nadie habría preguntado nada después de ver lo que tu hermano hizo con mi hermana anoche. Creo que habría sido mejor así en lugar de enfrentar preguntas de estas personas —respondió Jiang Yang.
Lu Feng le lanzó una mirada helada y dijo:
—Ten algo de vergüenza. Ella es tu hermana.
—Es mi hermana por eso no tengo vergüenza. Ya lo sabes. Y ¿de qué vergüenza estás hablando? Lo que hicieron, ¿no es normal para una pareja? —Jiang Yang respondió sin importarle la mirada fría de Lu Feng
