—Después del desayuno, Lu Qiang le pidió a Jiang Yuyan que descansara y que no fuera a la universidad, pero ella insistió en ir y dijo que se sentía bastante mejor —Rindiéndose ante sus súplicas, Lu Qiang la llevó a la universidad. Una vez que la dejó allí, volvió a la oficina y para entonces era la hora de oficina y todos los empleados estaban presentes. Todos temían tener que enfrentarse de nuevo a la ira de Lu Qiang, pero para su sorpresa, el día transcurrió normal y tranquilo.
—Después de las clases de la mañana, Jiang Yuyan se sentía débil nuevamente y no tenía buen aspecto. Nixxxie notó su rostro pálido y dijo:
—Si ese idiota te está molestando aún más, dime y le daré una buena lección.
—No, no es así Nixx, en realidad…