La siguiente mañana, Lu Qiang se despertó y vio que Jiang Yuyan estaba durmiendo profundamente. Como ambos se acostaron tarde la noche anterior, continuaron durmiendo hasta tarde. Lu Qiang no la molestó y, sin hacer ruido, salió de la cama. Fue al baño, se vistió con su atuendo de oficina y fue a su despacho.
Aún no era la hora de la oficina, pero Xiao Min llegó temprano al trabajo, ya que el día anterior se había ido sin informar a su jefe e incluso había ordenado a todos los empleados que volvieran a sus casas. Estaba preocupado de que Lu Qiang estuviera molesto con él.
Xiao Min sabía que Lu Qiang estaba en la oficina porque recibió una llamada de la mansión Lu en medio de la noche para preguntar su paradero y tuvo que decirles que estaba en la oficina. No mencionó nada acerca de que Jiang Yuyan estuviera con él en la oficina.
Xiao Min tocó a la puerta y entró. Lu Qiang ya estaba trabajando allí, sentado en una silla y revisando documentos. Xiao Min entró y dijo: