Lu Qiang estaba enojado con el hecho —¿cómo podía pasarle algo tan cruel a Jiang Yuyan cuando Jiang Yang, su hermano, estaba con ella? Prometió cuidar de ella pero no logró cumplirlo. Al mismo tiempo, Lu Qiang era consciente del hecho de que Jiang Yang era quien más sufría. Siempre había ocultado su dolor tras su sonrisa y sus palabras divertidas, pero ahora era el momento de que soltara lo que había mantenido enterrado en su corazón durante todos estos años por el bien de su hermana.