Cuatro días pasaron. Era fin de semana, sábado. Lu Qiang y Jiang Yuyan compartían la misma habitación durante esos días, pero aún así Lu Qiang no intentó acercarse a ella o besarla, mientras que Jiang Yuyan todavía tenía ese mensaje en su mente. Ambos simplemente dormían abrazándose. De hecho, era solo Lu Qiang quien la abrazaba por detrás y dormía de esa manera.
Esos cuatro días, fue solo la misma rutina en la que Lu Qiang solía llevar a Lu Lijun y a Jiang Yuyan a sus escuelas y recogerlos después de que su tiempo terminaba. Jiang Yuyan se sentía frustrada porque Lu Qiang no le explicaba nada sobre ese mensaje, así que no le hablaba correctamente. Incluso en el coche, Jiang Yuyan siempre miraba hacia fuera de la ventana y ni siquiera lo miraba una vez y a Lu Qiang le gustaba. Él la encontraba adorable cuando estaba enojada.
Sábado por la mañana…
