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—Lu Feng y Jiang Yang se fueron, dejando a Lu Qiang con Jiang Yuyan solos —. Una vez que los otros dos salieron por la puerta, Lu Qiang se acercó a ella. Jiang Yuyan podía adivinar lo que venía, y ya tenía la cara roja.
—Lu Qiang sonrió burlonamente mientras se acercaba a ella —. No he hecho nada, y tu cara ya está roja.
—Jiang Yuyan se sintió tímida y apartó la vista de él. Estaba a punto de dar un paso atrás, pero Lu Qiang inmediatamente la agarró por la cintura.
—¿No crees que el esposo se merece recibir un beso de buena suerte de su esposa cuando va al trabajo?
—Jiang Yuyan le dio un beso rápido en los labios y lo miró como preguntando '¿Está bien?'.
—Lu Qiang negó con la cabeza y la besó a su manera, dejándola sin aliento con su apasionado beso.
—¿Estás bien? —preguntó él, viéndola respirar profundamente.
—Ella asintió levemente —. Estoy bien. Ahora ve al trabajo. Ya estás tarde.
—Lu Qiang besó su frente —. Llámame si necesitas algo.