Lu Qiang cerró los ojos por un momento. Sabía que ese era el lugar prohibido para él; como ella dijo antes, no puede soportar ser tocada ahí. Además, todavía recordaba su reacción cuando intentó tocarla ahí esa noche.
Él quería que ella superara ese trauma, pero tenía más miedo de hacerla sentir asustada como antes. Decidió esperar un poco más ya que no quería arruinar los mejores momentos que acababan de compartir.
Al darse cuenta de que Lu Qiang se había detenido, Jiang Yuyan lo miró mientras jadeaba intensamente. Tenía los ojos cerrados como si estuviera sufriendo y pensando en algo.
Ella entendió; estaba tratando de resistir su deseo de bajar a su pecho y tocarlo. Ella no quería que él se detuviera. Quería ponerse a prueba y fortalecerse.
Lu Qiang abrió los ojos y la miró. —Creo que debo detenerme ahora.
—¡No te detengas! —Antes de que pudiera aislarse de ella, Jiang Yuyan lo dijo sorprendiendo a Lu Qiang.
Lu Qiang preguntó con dudas. —¿Estás segura?
